En esta segunda etapa, empezarás a notar mejoras visibles: Mayor eficiencia en el uso de nutrientes, restablecimiento de niveles de vitaminas y minerales. Mejoras con signos evidentes sobre todo en tus sofocos y en la calidad de tu descanso.
Los síntomas en los que más vamos a trabajar es en la concentración, regulación de sofocos, restauración del sueño.